Fue arrojado en una bolsa en el campo, pero sobrevivió milagrosamente.
Puffa es uno de esos afortunados que sobrevivieron en las condiciones más severas. Fue encontrada la única que respiraba entre sus hermanos y hermanas, pequeños bebés cuyo destino era sofocarse en una bolsa negra llena en un campo tranquilo y sordo.
Probablemente los cachorros eran hijos de los mismos perros callejeros que se suponía que debían crecer. Vivir vidas que no sean de sangre azul podría volverse objetable para los propietarios. Se deshicieron de ellos de la manera clásica: asfixia en una bolsa. Y para que los niños no sean escuchados, un campo salvaje.

Puede haber muchas versiones. Pero el resultado es uno: unos pocos cachorros descaradamente arruinados, un sobreviviente. Puffa no parece recordar lo que le sucedió a ella y a sus hermanos y hermanas. Es una persona activa, alegre, alegre, no tiene alma en una persona, le cree. Quizás sea lo mejor. Puffa podrá sinceramente con todo su corazón amar a su familia, lo que está esperando. ¡Solo mira su mirada! Está lleno de esperanza para un futuro más brillante. ¡Déjalo ser!
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